Abr
Evangelio del día
Cristo es la única puerta para una real transformación. Quien entra por ella encontrará protección, dirección, provisión y vida tan abundante que puede perdurar hasta la vida eterna. Por tanto, mejor ir cerrando nuestras puertas y estar atentos a las voces que nos llegan. La gente resucitada sabe qué puerta escoger y que voz debe escuchar.